Una de mis marcas preferidas, llegó con su línea Cheap para darle un poco de rock a la pasarela, sin perder lo femenino y glamoroso infaltable en Moschino.
No hay mucho que decir, ya que después de todo lo que vimos esta colección es una de las mas Ready to Wear, sin embargo hay que destacar que todas las prendas tienen algo que las hace súper deseables, sobre todo el calzado que esta vez hizo uno de los mejores aportes.
Una colección divertida, que apuesta a la mezcla de colores y texturas utilizando la técnica del patchwork en las prendas, y suma materiales reciclados, como bandejas de aluminio, papel o bolsas de nylon. La propuesta me parece interesante, pero creo que no logró integrar bien estos materiales y algunos quedan descolocados y hasta agregados de manera caprichosa.
Esta fue una de las mayores sorpresas que me dejó la LFW; la marca del trío Koji Maruyama, Sasko Bezovski, y Marjan Pejoski logró la fusión entre simbolismos étnicos y el estilo callejero más deportivo y atrevido, en prendas de todos los tamaños y tejidos, llenas de detalles y texturas que van desde los metalizados, cueros opacos y acharolados, telas tipo alfombradas, redes deportivas, y el aplique de parches, amplios bordados en hilo, y las estampas que hicieron el mayor aporte de color.
Recomiendo entrar al sitio web oficial de KTZ: http://www.kokontozai.co.uk/
donde se pueden ver mas diseños además de la línea de ropa masculina que es tan buena o mejor que la línea femenina.
En este caso, Christopher Kane apostó a las texturas y supo como hacerlo, logrando variedad y unicidad en cada una, y a su vez relación entre los conjuntos que se da por la paleta de color, por los largos generales que en su mayoría son a la altura de las rodillas, las siluetas grandes en los abrigos y los buzos, los hombros marcados, las faldas rectas y los vestidos más al cuerpo.
Lo cierto es que una vez más las texturas hacen al éxito de la colección.
La diseñadora de Mulberry, Emma Hill, logró que esta colección me haga desear la llegada del invierno para llenar el placard otra vez de tapados, sweaters y vestidos de lana. Con el escocés como figura principal, que también apareció hecho de lentejuelas largas con un leve brillo, la colección resultó juvenil y elegante.
La paleta de color fue en gral de tonos fríos y desaturados, pasando por la gama de los verdes, los rojizos y marrones, el azul Francia, el crudo, el rosa pálido, algo de negro, y apenas un poco de amarillo y naranja como el toque de color mas vivo.
En cuanto a la forma, otra vez aparecieron prendas grandes, que hasta se evidenció en el tamaño de las mangas, las faldas y los vestidos con tablones encontrados y algunos con el corte conocido como peplum, y los pantalones fueron un poco la cuota "sin volumen" para equilibrar la silueta.
Creo que la colección resulta por que todos los elementos y los recursos están bien combinados, desde las telas, donde combina algo brilloso con opaco, el colorido que se da entre los mismos tonos, y las prendas que con su moldería simple e impecable hacen que la colección sea equilibrada y armónica.
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